Su nombre es Leólo, su vida , una
serie de desventuras y experiencias que le vuelven un ser inigualable. ¿Qué
puede hacer un niño que vive rodeado de
personas con alteraciones mentales? ¿Cuál se supone que es la forma de
responder ante una situación tan peculiar? ¿Cómo mantener intacta su ilusión
por el futuro y lidiar con la inquietante realidad?
Decía Octavio Paz en su obra El laberinto de la soledad: “La historia tiene la realidad atroz de
una pesadilla; la grandeza del hombre consiste en hacer obras hermosas y
durables con la sustancia real de esa pesadilla. O dicho de otro modo:
transfigurar la pesadilla en visión, liberarnos, así sea por un instante, de la
realidad disforme por medio de la creación”. Leólo tuvo la voluntad de crearse
a sí mismo y esbozar un entorno que le permitiera mantener la ilusión por la vida, quizá no de
la forma romántica, pero sí de la manera necesaria.
Hay quienes nacieron en contextos donde construir una vida llena de fantasía se vuelve casi un deber, es como diseñar
cada día una nueva escenografía, se
conoce la verdad , pero el llanto no siempre es catártico por ello se requiere construir
algo más, la realidad le obliga urgentemente ilusionarse con un futuro
diferente, aun cuando la soledad sea la
compañera durante algún tiempo.
“Ese día comprendí que el miedo habita en lo más hondo de nosotros y que ni una montaña de músculos ni un millar de soldados podrían hacer nada para remediarlo” Léolo
Por eso es necesario soñar, crear, crecer, transformarse, es indispensable escindirse de
la realidad, una palabra, una persona o un libro pueden ser el eslabón, la
salvación para que la infancia no se marchite en una abrir y cerrar de ojos,
para permitirse sorprender por detalles y así
conservarlos en la memoria como mágicos momentos, que en situaciones
posteriores puedan ser un regazo donde descansar.
-“Porque sueño yo no lo estoy.
Porque me abandono por las noches a mis sueños antes de que me deje el día.
Porque no amo. Porque me asusta amar”. En un mundo repleto de dudas, contar con
una certeza provoca temor, debido a que
se desconoce la manera en que se debe actuar, para los niños que han pasado por
situaciones difíciles en el entorno familiar resulta difícil confiar en
alguien, pero sobre todo en sí mismos, los contextos hostiles pueden llevar a dos caminos, a la
angustia o desinterés por la
autorrealización y por el contrario , incita
a una necesidad de salir adelante para definirse
a partir de las acciones presentes , para dejar fluir el alma ,para aceptar a
las personas que pertenecen a su presente y elegir a quien hacer cómplice de su acto heroico de
amar.
Tener fe en la vida, que fácil parece para quien ha
tenido un camino repleto de cariño, seguridad
y comprensión, pero para todo aquel que ha visto la parte más oscura del
mundo, quien ha nacido sin el entorno propicio para identificarse y constituirse
como persona, con posibilidades
limitadas para tener esperanza, es admirable cualquier intento por redefinirse,
muestra que en el ser humano existe la posibilidad de modificar muchas
situaciones que le producen sufrimiento , aunque no mitiguen por completo el
dolor .