domingo, 29 de marzo de 2015

Leólo, el niño que sueña para poder vivir.



Su nombre es Leólo, su vida , una serie de desventuras y experiencias que le vuelven un ser inigualable. ¿Qué puede hacer un niño que vive  rodeado de personas con alteraciones mentales? ¿Cuál se supone que es la forma de responder ante una situación tan peculiar? ¿Cómo mantener intacta su ilusión por el futuro y lidiar con la  inquietante realidad?  
Decía Octavio Paz en su obra El laberinto de la soledad: “La historia tiene la realidad atroz de una pesadilla; la grandeza del hombre consiste en hacer obras hermosas y durables con la sustancia real de esa pesadilla. O dicho de otro modo: transfigurar la pesadilla en visión, liberarnos, así sea por un instante, de la realidad disforme por medio de la creación”. Leólo tuvo la voluntad de crearse a sí mismo y esbozar un entorno que le permitiera  mantener la ilusión por la vida, quizá no de la forma romántica, pero sí de la manera necesaria.
Hay  quienes nacieron en  contextos donde construir una vida llena de  fantasía se vuelve casi un deber, es como diseñar  cada día una nueva escenografía, se conoce la verdad , pero el llanto no siempre es catártico por ello se requiere construir algo más, la realidad le obliga urgentemente ilusionarse con un futuro diferente,  aun cuando la soledad sea la compañera durante algún tiempo.



“Ese día comprendí que el miedo habita en lo más hondo de nosotros y que ni una montaña de músculos ni un millar de soldados podrían hacer nada para remediarlo” Léolo



 Por eso es necesario soñar, crear, crecer,  transformarse, es indispensable escindirse de la realidad, una palabra, una persona o un libro pueden ser el eslabón, la salvación para que la infancia no se marchite en una abrir y cerrar de ojos, para permitirse sorprender por detalles y así  conservarlos en la memoria como mágicos momentos, que en situaciones posteriores puedan ser un regazo donde descansar.
-“Porque sueño yo no lo estoy. Porque me abandono por las noches a mis sueños antes de que me deje el día. Porque no amo. Porque me asusta amar”. En un mundo repleto de dudas, contar con una certeza provoca temor,  debido a que se desconoce la manera en que se debe actuar, para los niños que han pasado por situaciones difíciles en el entorno familiar resulta difícil confiar en alguien, pero sobre todo en sí mismos, los contextos  hostiles pueden llevar a dos caminos, a la angustia o  desinterés por la autorrealización  y por el contrario , incita a  una necesidad de salir adelante para definirse a partir de las acciones presentes , para dejar fluir el alma ,para aceptar a las personas que pertenecen a su presente y elegir  a quien hacer cómplice de su acto heroico de amar.


Tener  fe en la vida, que fácil parece para quien ha tenido un camino repleto de cariño, seguridad  y comprensión, pero para todo aquel que ha visto la parte más oscura del mundo, quien ha nacido sin el entorno propicio para identificarse y constituirse como persona,  con posibilidades limitadas para tener esperanza, es admirable cualquier intento por redefinirse, muestra  que  en el ser humano  existe la posibilidad de modificar muchas situaciones que le producen sufrimiento , aunque no mitiguen por completo el dolor .
"El domador cree que las imágenes y las palabras deben mezclarse en las cenizas de los versos para renacer en la imaginación de los hombres".